Evaluación
del Desempeño Profesional Docente
La evaluación del desempeño profesional
docente (EDPD) es un proceso sistemático de obtención de datos válidos y
fiables, con el objetivo de comprobar y valorar el efecto educativo que produce
en los alumnos el despliegue de sus capacidades pedagógicas, su emocionalidad,
responsabilidad Laboral y la naturaleza de sus relaciones interpersonales con
alumnos, padres, directivos, colegas y representantes de las instituciones de
la comunidad.
El proceso de EDPD debe cumplir con
ciertas funciones:
1. Función de diagnóstico: la EPDP debe
caracterizar el desempeño del maestro en un período determinado y constituirse
en una síntesis de sus fortalezas y áreas de oportunidad, de modo que sirva al
director, al coordinador y a él mismo, de guía para las acciones de
capacitación y superación que favorezcan la mejora de las áreas de oportunidad.
2. Función instructiva: el proceso de
evaluación debe producir una síntesis de los indicadores del desempeño del
maestro. Por tanto, los actores involucrados en dicho proceso, se instruyen,
aprenden del mismo, incorporan una nueva experiencia de aprendizaje laboral.
3. Función educativa. Existe una
importante relación entre los resultados de la evaluación docente y las
motivaciones y actitudes de los docentes hacia el trabajo. A partir de que el
docente conoce con precisión cómo es percibido su desempeño por maestros,
padres, alumnos y directivos del centro escolar, puede trazarse una estrategia
para desarrollar las áreas deficitarias.
4. Función desarrolladora. Esta función
se cumple principalmente cuando como resultado del proceso evaluativo se
incrementa la madurez del evaluado y consecuentemente el docente se cualifica
para autoevaluar crítica y permanentemente su desempeño, no teme a sus errores,
sino que aprende de ellos.
Al momento de plantearse un proceso de
Evaluación del Desempeño Profesional Docente es importante reconocer los
siguientes aspectos:
1.
Las características del profesor relacionadas
con el desarrollo profesional.
2.
Las características de quien evalúa, para
asegurar el crecimiento profesional de los docentes;
3. Las
características de los procedimientos de evaluación;
4. Las calidad de la
retroalimentación para que tengan impacto en la calidad del desarrollo
profesional.
¿Cómo
evaluar?
A
continuación se muestran un método más útil cuya utilización es necesaria y para
evaluar de manera válida y confiable el desarrollo profesional del docente, así
como las dimensiones sobre las que pueden proporcionar información pertinente.
La
observación de clases.
La Evaluación del
Desempeño Docente, cualquiera que sea el método utilizado, es compleja y
difícil. Hay distintos enfoques y modalidades, cada uno con sus ventajas y
desventajas, pero en donde todos coinciden es en el hecho de que la observación
de clase es irremplazable. La observación es un método empírico de
investigación que se utiliza con mucha frecuencia en la mayoría de los modelos
de evaluación del desempeño docente. Su amplio uso se justifica por la
necesidad de analizar las características del desempeño del maestro en su contexto,
lo que evita realizar inferencias subjetivas acerca de lo que verdaderamente
acontece en la sala de clase.
Porqué
observar.
Es posible afirmar
que la observación de aula es más que una percepción: se trata de identificar
la brecha entre la propuesta curricular del centro educativo y la
implementación del currículum que se realiza. Es preciso definir claramente el
propósito de la observación, ya que éste define y da sentido a todo el proceso.
Si bien es cierto que tradicionalmente la observación se ha asociado a la
evaluación del desempeño, circunscribirla a sólo este proceso es limitar las
posibilidades que puede ofrecer esta importante técnica de recogida de
información.
Recomendaciones
importantes para el observador. Según Martínez, existen tres momentos
importantes a considerar:
1. Antes de la observación.
· Tomar acuerdos con el
docente sobre cuándo, cómo, por qué y para qué se observará.
· Dar a conocer los
instrumentos y criterios sobre los que se observará.
2. Durante la observación.
· Asumir el rol de invitado
en la clase.
·
Pasar lo más desapercibido posible.
·
Registrar lo que sucede, evitando emitir juicios de lo observado.
· Agradecer al profesor su
colaboración.
3. Después de la observación.
· Analizar los porqués de las
decisiones y comportamientos del profesor en la clase, o de emplear tales o
cuales recursos.
·
Retroalimentar al profesor, dando opiniones fundadas técnicamente. El objetivo
es que el profesor se sienta animado y estimulado a mejorar su práctica y que
no experimente intimidación u hostigamiento, sino que encuentre un sentido
constructivo a la práctica de ser evaluado y retroalimentado.
Referencias
1. Martínez, M., Olivares, S., Peralta, L.,
Pizarro, M. y Quiroga, P. (s.f.). La observación de aula. Proyecto Educando en
la Comuna-Cormuval. Valparaíso, Chile.
2. http://www.cmvalpo.cl/contenidos/noticias/2009/observacion.enaula.htm
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